Libérate del desorden: El poder refrescante de la limpieza de primavera

La primavera está en el aire, y no hay mejor momento que éste para empezar a rebuscar en los armarios y sacar los productos de limpieza para refrescar la casa. Me encanta el concepto de limpieza de primavera. Es una gran sensación poder refrescar y ordenar tu casa. Aunque disfruto mucho limpiando mi casa, no siempre me deshago inmediatamente de lo que no necesito. A menudo, quiero conservar esos objetos por razones sentimentales; otras veces, me preocupa necesitarlos en el futuro. Lucho contra la idea de ser derrochadora. No quiero tirar algo que todavía funciona bien. En pocas palabras, me cuesta desprenderme de las cosas.

Libérese del desordenRecientemente, he intentado ver "deshacerme de algo" desde una perspectiva completamente diferente. Dejo que esos objetos pasen a la siguiente fase de su viaje. Por eso me gusta donar lo que no necesito o no quiero en lugar de tirarlo a la basura o dejar que se acumule en casa. Es importante recordar que un objeto puede seguir siendo una bendición en la vida de otra persona, aunque ya no sirva para nada en la tuya. He descubierto que cuanto más dono y ordeno mi espacio, más paz siento. Me relajo y disfruto mucho más de mi entorno.

El final del invierno nos brinda la oportunidad perfecta para abrir las persianas, dejar que entre el sol y ordenar la casa, pero no tenemos por qué esperar a una fecha o estación concretas para limpiar nuestros espacios vitales. Podemos hacerlo durante todo el año. Cada dos meses, intento sacar de casa algunos objetos innecesarios y donarlos. Es un trabajo en curso, y algunos meses me va mejor que otros. La regla de los seis meses dice que si no has usado algo en seis meses, es hora de dejarlo ir. Todavía no he cumplido la regla de los seis meses. Puedo tardar seis años sin usar algo antes de dejarlo ir, ¡pero estoy mejorando!

Hace unas semanas doné 10 trajes que no me ponía desde hacía una década. Los trajes irán a parar a una organización que ayuda a mujeres jóvenes a aprender técnicas laborales y a encontrar el éxito en sus vidas. Podrán llevar esos trajes en las próximas entrevistas e intentar conseguir el trabajo de sus sueños. Estoy muy contenta de que mis trajes hayan tenido una segunda vida, ¡y ahora puedo ayudar a otras personas a alcanzar sus metas!

La limpieza de primavera y el desorden de la casa no es una actividad que haga sola. A mis hijos también les gusta ayudar. Miramos juntos sus juguetes para determinar con cuáles ya no juegan y los donamos para que otro niño pueda divertirse. Intento no agobiar a mis hijos. Simplemente les pregunto con qué tres juguetes han terminado de jugar y esos son los que donamos. Les enseña el espíritu de dar y les ayuda a aprender los beneficios de la caridad. Y no nos deshacemos de todos sus juguetes. Guardamos muchos para cuando tengan sus propios hijos.

Participar en la limpieza de primavera le beneficiará a usted, a su familia y a su comunidad. Lleva tiempo, pero la recompensa merece la pena. Espero que tengáis un buen comienzo de primavera.

 

Andrea Shoup