Descubra y celebre su sueño americano
A lo largo del año reconocemos varias fiestas que nos dan la oportunidad de celebrar nuestro orgullo estadounidense. El 4 de julio es una de mis favoritas porque me permite expresar mi gratitud por nuestro país. Tengo la suerte de vivir en este país, que me ha brindado innumerables oportunidades que no tendría si viviera en otro sitio, y esa es la verdadera esencia del sueño americano. Es la oportunidad de hacer lo que queramos con nuestras vidas.
Siempre he sentido orgullo por nuestro país, pero se multiplicó por diez después de conocer a mi marido, David. Cuando nos conocimos, él acababa de regresar de un despliegue en Irak. Yo trabajaba en la fiscalía de San Diego. Nuestra relación creció y David me propuso matrimonio justo antes de que empezara otro despliegue en Filipinas. Planear esa boda mientras él estaba en el extranjero fue uno de los mayores retos que he vivido. El ejército no da fechas exactas de regreso, así que tuve que tener cuidado al fijar la fecha. Por suerte, todo salió bien y llegó a casa unos días antes de la boda.
Me encantó que David sirviera y estaba muy orgulloso de sus acciones y logros. Se alistó en el ejército poco después del 11-S como una forma de cumplir con su deber patriótico. Apoyarle como su esposa era mi forma de servir a nuestro país. Con el tiempo, tuvimos que tomar la difícil decisión de si seguiría en el ejército. Decidimos que era el momento de
hacer algo diferente, y gracias a la Ley GI, pudo ir a la facultad de Derecho cuando terminó su servicio.
Nuestra experiencia es similar a la de muchas otras familias de militares, y tenemos estas oportunidades porque vivimos en un gran país. Siempre que llega el 4 de julio me tomo un tiempo para reflexionar sobre esto, porque me hace sentir muy agradecida de vivir en Estados Unidos. Puede que no sea un país perfecto, pero ofrece igualdad de oportunidades a todas las personas de todos los orígenes. Siempre me he sentido orgullosa de ser estadounidense. Crecí en Templeton, que personifica la idea de una ciudad americana. Todos los años teníamos un pequeño desfile en el que desfilaban distintas organizaciones del instituto y de la comunidad. Yo era animadora, así que siempre participaba en el desfile, una experiencia maravillosa. Ver a todos reunidos como comunidad para cantar canciones patrióticas, ondear sus mini banderas americanas y celebrar nuestro orgullo americano era increíble. Como adulta, incluso llevé a mis hijos a la celebración para que pudieran vivirla.
Estoy increíblemente agradecida de vivir en este país. Me encanta viajar y conocer otras culturas, pero en ningún sitio me siento mejor que aquí. Es el mejor lugar del mundo para hacer algo por uno mismo, formar una familia y experimentar la emoción del sueño americano.
Feliz 4 de julio