Agradecimiento a mi padre
Cada uno de nosotros tiene ciertas personas que influyen mucho en nuestra vida. Suelen estar muy cerca de nosotros y, en la mayoría de los casos, son personas que hemos conocido a lo largo de nuestra vida: un padre, un hermano, un mejor amigo, un cónyuge o un mentor. Su influencia se deja sentir en casi todo lo que hacemos, pensamos y sentimos, desde cómo actuamos hasta nuestras ideologías sobre el trabajo y nuestras acciones al criar a nuestros hijos. Mi padre es una de las mayores influencias de mi vida y ha sido uno de mis principales modelos desde que tengo uso de razón.
Tengo la suerte de tener unos padres tan maravillosos y cariñosos, y mi padre hace todo lo posible por demostrar que se preocupa por los demás. Me recuerda constantemente la importancia de ser generoso y amable con los demás. Parece que siempre está pensando tres o cuatro pasos por delante para determinar cómo puede ayudar a la gente. Lo veo siempre que vamos de visita. Antes de salir de casa de mis padres para volver a casa, mi padre coge las llaves y lleva el coche a la gasolinera para repostar y volver a casa. Siempre hace cosas sencillas como esa, y eso me inspira a actuar de forma similar.
No sólo me ha dado lecciones de generosidad; mis dos padres también han fomentado mucho mi amor por la vida al aire libre. Crecí haciendo senderismo, acampando y explorando, lo que se convirtió en una gran parte de mi identidad. Acampábamos todos los años en Yosemite, y me gustó tanto que llevo allí a mis hijos todos los años. Además de convertirme en lo que soy hoy, mi padre es responsable de mi formación como empresario. Era un ingeniero eléctrico que diseñaba circuitos impresos y dirigía su propio negocio, lo que me enseñó que es posible crear una empresa y tener éxito. Cuando era joven, me pasaba horas en el salón ayudándole a rellenar folletos, lo que me ayudó a desarrollar una fuerte ética del trabajo.
Mi padre cree firmemente en darlo todo en cada proyecto que empieza. Quiere hacer un buen trabajo y se enorgullece de él. Siempre decía que si ibas a hacer algo, debías hacerlo bien. Esa lección se me ha quedado grabada a lo largo de los años, y me aseguro de que mis hijos también la aprendan. Estos valores de orgullo, dedicación y una fuerte ética de trabajo forman parte de lo que soy y desempeñan un papel vital en mi negocio. Quiero dirigir una empresa de la que pueda sentirme orgulloso y saber que estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para ayudar a nuestros clientes.
De las muchas lecciones que me enseñó mi padre, la que más destaca es la importancia de cumplir tu palabra, porque tu palabra es tu vínculo. Así es como vivo mi vida y llevo mi consulta. Si digo que voy a hacer algo, lo haré.
Mi padre es una persona increíblemente influyente y una gran razón por la que soy como soy. Estoy muy agradecido por él y por todas las lecciones que me ha enseñado a lo largo de los años.
¡Feliz Día del Padre, papá!