El poder del ánimo: Inspirar a los demás para que alcancen nuevas cotas

El ánimo es el motor de muchas de nuestras acciones. Cuando nos enfrentamos a una tarea difícil, a menudo dudamos de nosotros mismos. Podemos superar cualquier obstáculo cuando nos animamos a nosotros mismos o recibimos ánimos de los demás. En septiembre se celebra el Día Nacional del Ánimo, que nos invita a animar a los demás y a influir en sus vidas.

Hace más de 10 años decidí correr mi primer maratón. Había sido corredora toda mi vida y pensé que había llegado el momento de afrontar el siguiente reto. Me hice una camiseta especial en la que ponía "Andie" delante (el apodo que me puso mi familia) y la frase "El dolor es la debilidad que abandona el cuerpo" detrás. Los primeros kilómetros fueron como una brisa, pero cuando llegué al kilómetro 12, empecé a dudar de mi decisión.

Las palabras de ánimo que recibí de los espectadores y otros participantes me empujaron hasta la línea de meta. Oír a los espectadores corear mi nombre y decirme que podía hacerlo me dio un gran impulso. Los demás corredores me daban las gracias cada vez que se cruzaban conmigo, reconociendo que el mensaje de mi camiseta les animaba a esforzarse más. Aquel maratón fue una experiencia muy positiva.

Siempre he intentado utilizar el estímulo para impulsar a los demás. Es algo que hacemos regularmente en Shoup Legal. Quiero animar a mi equipo a hacer un gran trabajo, a crecer en sus funciones y a desarrollar sus habilidades. Me gusta que todo el mundo participe cada vez que tenemos éxito porque se necesita un esfuerzo de equipo para lograr nuestros objetivos.

Puede que uno de los miembros de nuestro equipo no sepa el impacto que tiene en la vida de los demás, pero podemos hacérselo saber mediante el reconocimiento y el estímulo. Como padre, el estímulo es esencial para el desarrollo de mis hijos. Quiero reconocer el esfuerzo que ponen en sus tareas escolares o artísticas. No tiene por qué ser perfecto. Mientras se esfuercen al máximo, les animaré con entusiasmo.

A menudo subestimamos lo mucho que necesitamos el aliento de los demás, independientemente de que los conozcamos bien. Cuando animamos a los demás, les ayudamos a convertirse en la mejor versión de sí mismos mientras trabajan diligentemente para alcanzar sus sueños.

 

Andrea Shoup