Cuando se empieza a estudiar la planificación del patrimonio, una de las primeras preguntas que surgen es qué tipo de documentos se necesitan. Esa elección incluirá si desea utilizar un fideicomiso o un testamento como medio principal para distribuir sus activos después de su muerte.
Última voluntad y testamento
El testamento es un documento de planificación patrimonial más tradicional, que se basa en un proceso administrado por los tribunales llamado sucesión. Básicamente, la sucesión confirma la transferencia legal de los bienes de la persona fallecida a los herederos nombrados, con la ayuda del "representante personal" o albacea.
El tribunal verificará que el testamento es válido y que fue creado sin influencia indebida y que la persona que lo firmó tenía capacidad mental. De este modo se protege a los herederos legítimos y se garantiza el cumplimiento de los deseos del fallecido. Dado que el proceso de sucesión puede durar años y conlleva costes considerables, muchos profesionales de la planificación patrimonial recomiendan el uso de un fideicomiso, ya sea solo o junto con un testamento.
Fideicomiso revocable
Un fideicomiso es diferente de un testamento porque se produce una transferencia legal de la propiedad tan pronto como se crea el fideicomiso, y los activos se mantienen en el fideicomiso bajo la supervisión de un fideicomisario nombrado. Como es revocable, las condiciones del fideicomiso y los beneficiarios pueden modificarse mientras el "otorgante" siga vivo.
Estos elementos dan a un fideicomiso más flexibilidad que a un testamento, y también permite que los activos se gestionen y distribuyan mucho más rápidamente porque no se necesita un proceso judicial para hacer una transferencia legal. La creación de un fideicomiso puede tener costes adicionales, pero no hay costes administrativos sustanciales de sucesión ni honorarios de abogados.
Testamento vs. Fideicomiso
En algunos casos, el uso de un testamento puede ser un paso sencillo para hacer un plan de sucesión, especialmente para aquellos con pocos activos. Existe un proceso testamentario agilizado para los patrimonios inferiores a una determinada cantidad, por lo que se reducen los factores de coste y tiempo.
Sin embargo, para quienes tienen una casa, un negocio o hijos menores, un fideicomiso será más útil y menos costoso en general. Los activos del fideicomiso pueden incluso ser gestionados por el fiduciario después de la muerte, para cuidar de los hijos o simplemente para preservar el valor. Los términos del fideicomiso explicarán cómo debe actuar el fiduciario en interés de los beneficiarios.
Si se pregunta si un fideicomiso o un testamento es la mejor opción para usted, póngase en contacto con nosotros.